Psicología Online

“Los usuarios cada vez tienen más claro que la psicología ya no es cosa de sofá y lápiz”

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“Los usuarios cada vez tienen más claro que la psicología ya no es cosa de sofá y lápiz”

 

Divan es una aplicación especializada en terapia online pensada solo para psicólogos, pues contiene todas las opciones necesarias para que estos profesionales presten un servicio serio y de calidad por medio de esta herramienta que aporta confidencialidad y privacidad a las sesiones que ofrecen a sus pacientes.

En los tiempos en los que vivimos era necesario que existiera una aplicación así. Hoy en día todo lo hacemos por medio de internet, y la terapia online era un servicio que algunos terapeutas ya ofrecían a sus pacientes, aunque lo desarrollaban en un entorno que no contaba con las garantías adecuadas para preservar sus derechos y los de sus pacientes. La irrupción de una aplicación de este tipo, pensada y creada para el ámbito de la salud mental, para ofrecer una solución efectiva a los pacientes que se mueven en el mundo digital, ha puesto sobre la mesa la necesidad de brindar un servicio adaptado a la realidad de muchas personas y a sus necesidades. Pero ¿qué queremos decir con esto? En primer lugar, que facilita la consulta profesional a través del espacio virtual. Si los especialistas prestan un servicio online conseguirán que pacientes que no pueden acudir a psicoterapia puedan recibir asistencia emocional para tratar su problema sin moverse de su casa o de su lugar de trabajo.

En segundo lugar, que individualiza más si cabe un servicio ya de por sí especializado. Pasamos muchas horas sentados frente al ordenador, navegando por internet. La visa social que hacíamos hasta hace unos años se ha visto resentida y son muchos los que fuera del mundo virtual apenas tienen amigos o salen. Ello ha incrementado la aparición de problemas asociados a este aislamiento, como la agorafobia, aunque no todos los casos de este miedo responden al mismo origen. Al ofrecer un servicio psicológico adaptado a las necesidades de cada paciente nos referimos también a esto, a permitir que aquellos que padecen un trauma o tienen una fobia que les impide salir de casa y limita su vida puedan recibir la atención que se merecen.

Por eso, Divan es la herramienta perfecta, porque conjuga lo anterior bajo un prisma de seguridad y privacidad imprescindible, sobre todo si tenemos en cuenta que se tratan datos sensibles e información personal que entra dentro del marco de la intimidad de las personas.

Uno de los profesionales que ha visto las posibilidades de Divan y la emplea en sus sesiones de terapia online es el psicoterapeuta Juvenal Ornelas, un psicólogo con una dilatada trayectoria profesional a sus espaldas que presta servicios en Santa Cruz de Tenerife. Juvenal está especializado en intervención familiar, fracaso escolar, problemas de identidad sexual y trastornos emocionales como la ansiedad, la depresión y la baja autoestima. También atiende casos de dependencia y adicciones.

Este profesional ha apostado por la terapia en el entorno digital por las enormes ventajas que ello conlleva, amén de que hace posible afrontar determinadas patologías de un modo más directo, cercano y efectivo, como en el caso de las fobias a salir a la calle que presentan algunos pacientes. El psicólogo Juvenal lleva usando Divan en sus terapias desde hace ya algún tiempo y ha compartido con nosotros su impresión en el uso de la plataforma de terapia online.

A la pregunta de cómo decidió pasarse a la terapia online, este terapeuta nos contesta que «la decisión de la terapia online viene dada por el propio mercado. Cada día hay más personas que aceptan y prefieren la comodidad de su propio hogar para realizar la terapia al tiempo que las nuevas tecnologías nos dan dicha posibilidad con un nivel de calidad adecuado. Nos acerca más a los posibles usuarios, ya que entienden que la psicología no es ya cosa de “sofá y lápiz”. Nos tenemos que adaptar a los nuevos tiempos» y, sobre todo, debemos acercarnos «como profesionales a la sociedad».

Es un paso lógico que dan muchos profesionales, por cuanto la importancia de la red de redes es brutal en nuestra sociedad. En otros ámbitos la digitalización de los servicios, es decir, la prestación de servicios online y el contacto con los clientes por medio de este canal, es ya un hecho. Especialistas vinculados con las ventas, el sector de la construcción, el derecho o la docencia hace años que se subieron al carro de las nuevas tecnologías para poder prestar un servicio adaptado a los tiempos que corren, donde lo que se prima es recibir dicho servicio en la comodidad del domicilio (un curso, una traducción, un asesoramiento legal sobre un problema jurídico) y de manera cercana y accesible. El problema es que hasta hace tan solo unos años el sector sanitario no se ha sumado a esta realidad. No nos referimos a consultar los datos de los profesionales sanitarios de un centro determinado o pedir cita online. Ni siquiera a leer los artículos de su blog. Hablamos de que dentro del ámbito sanitario la atención digital es reciente, por cuanto aún hoy hay ciertas reticencias para prestar un servicio que exige un examen físico y la realización de determinadas pruebas para confirma un diagnóstico y dictaminar el posible tratamiento médico a seguir. Por eso, la asistencia sanitaria online presenta todavía muchos límites, ya que en la mayoría de los casos requiere la presencia del paciente para evaluar su estado en la propia consulta. Aunque ello no quiere decir que no veamos ya los primeros pasos hacia la prestación de un servicio también online en este sector.

La salud mental es otra de las especialidades que se han adaptado a los nuevos tiempos digitales hace relativamente poco, si lo comparamos con otros sectores, como el de las compras online, por ejemplo. El principal motivo es el mismo que en el caso anterior: la necesidad de que el terapeuta examine físicamente al paciente antes de determinar qué problema padece y ofrecerle el mejor acercamiento cognitivo posible para que lo pueda superar. Pero la vida cambia y, como la medicina, también la psicología se ha adaptado a los nuevos tiempos. Aunque bien es cierto que no todos los casos pueden tratarse de manera online, la mayoría de ellos sí pueden, por lo que la opción de internet se convierte en una herramienta más a la que sacarle partido para conseguir el fin último del psicólogo: que su paciente consigue estabilidad emocional y recupere su vida.

Por si todo ello no fuera poco, como ha expuesto el propio Juvenal, rompe con la tradicional imagen de que la visita a la consulta del psicólogo supone ver a un paciente tumbado sobre el diván o sentado en un sofá y un profesional apuntando en el cuaderno todo lo que él dice. Esa representación estereotipada no casa con los tiempos actuales, con la sociedad en la que vivimos. Por eso, con el servicio online se proporciona una atención más accesible y cercana, y también más rápida, más acorde a la situación que vivimos hoy en día.

Juvenal Ornelas también nos cuenta, según su propia experiencia, las ventajas e inconvenientes de la terapia online. «Ventajas todas las del mundo, ya que la aplicación se encarga de las gestiones de cobro, de las sesiones, del tiempo, etc. y nosotros únicamente nos tenemos que preocupar de dar un adecuado servicio al usuario». Esto mismo ya lo hemos señalado nosotros en muchas ocasiones: Divan está pensada para que el psicólogo se centre de manera exclusiva en la terapia, sin prestar atención a si un paciente le ha pagado, si se ha pasado de tiempo en la sesión o de cómo organizar su calendario para adaptarse al horario de cada uno. A ello tenemos que añadir el hecho de que, además, la aplicación hace posible que el terapeuta se despreocupe igualmente de si la conexión no es segura, si los datos están expuestos a terceros sin la debida seguridad, si hay un ataque informático, si alguien ajeno a la terapia accede a la plataforma de manera ilegal, etc. En definitiva, no tiene que preocuparse por el calendario, la organización o los pagos, pero tampoco por todas aquellas cuestiones que atañen a la seguridad de su trabajo y que podrían poner en tela de juicio la privacidad del paciente y la suya propia. A estos últimos aspectos no les solemos hacer mucho caso, porque pensamos que a nadie puede interesarle si fulanito o menganito tiene tal problema y hace terapia, pero estamos muy equivocados. Es sumamente importante conocer quién puede tener acceso a los datos, qué tipo de tratamiento pueden hacer de ellos y cómo será este tratamiento. Y no solo porque legalmente estemos obligados desde mayo de este año. Los datos de los usuarios que navegan por internet son el nuevo oro del futuro y muchos son los intereses que puede generar el acceso a ellos.

En cuanto a los inconvenientes que este psicólogo señala, Juvenal es claro al respecto: «No he apreciado ninguno, desde la ayuda técnica necesaria y el apoyo personalizado todo se realiza mucho más fácil». Para el terapeuta canario, la plataforma Divan es perfecta para ofrecer un servicio profesional serio y seguro de terapia online. Y para que todo ello sea posible, detrás de la aplicación hay un equipo de especialistas que priman que todo transcurra de manera correcta y que están disponibles para cualquier eventualidad que pueda surgir tanto en el transcurso de una sesión como durante la comprobación de los datos, el seguimiento del paciente o el cobro del trabajo por parte del psicólogo.

Por todo ello, este especialista en salud mental está contento con el uso de Divan, hasta tal punto de que la ha «recomendado como una herramienta muy útil para nosotros como profesionales», puesto que para él la «aplicación es útil, sencilla y práctica en todo lo que se refiere a cualquier terapia online».

Aunque si bien cada paciente es un mundo y requiere de un tratamiento individualizado, la terapia online puede aplicarse a casi cualquier tipo de trastorno. «Personalmente, creo que es válido para cualquier tipo de terapia donde se mantenga el cara a cara entre el terapeuta y el paciente». Es decir, si el psicólogo estima que su caso puede tratarse de manera virtual, esta opción es perfectamente válida para su caso. Pero, cómo no, eso va en función de paciente, ya que ni todos quieren optar por este medio para tratar su problema emocional, ni todos los casos son iguales. Algunos requerirán un acercamiento presencial por cuanto la complejidad del trastorno así lo exige. Por ejemplo, un caso de violencia de género, un estado de shock singular o una adicción importante (casos de dependencia a las nuevas tecnologías, al móvil, al alcohol). Y qué decir de aquellas otras patologías que exigen un abordaje más específico, como la esquizofrenia, por ejemplo. Por tanto, es más que probable que, en situaciones de este tipo, sea más factible elegir otra vía que la propiamente online, y el psicólogo hablará con el paciente para concretar cómo y cuándo será ese acercamiento sanitario. Pero dejando a un lado estos casos, lo normal es que casi todos los problemas puedan abordarse mediante este canal. Es más, hay incluso trastornos para cuyo tratamiento se recomienda, sobre todo al principio, el tratamiento online. Es el caso de la agorafobia, por ejemplo, es decir, el miedo a salir a la calle, pero también de algunos casos de traumas, de personas que presenten algún grado de dependencia o minusvalía y de pacientes que están siendo tratados de una enfermedad y que por la gravedad de la patología o la agresividad del tratamiento que reciben no se encuentran con fuerzas para acudir a la consulta de un psicólogo, como los pacientes que padecen cáncer. Por supuesto, también en el supuesto de aquellas otras personas cuya edad avanzada hace que su movilidad sea muy limitada. Incluso los casos graves de depresión, cuya tristeza y apatía pueden obligar al que la padece a permanecer encerrado entre las cuatro paredes de su casa. En casos como estos, la terapia online es la opción perfecta para acercarse al problema, para ofrecer alternativas al paciente, para conocer la causa de su trastorno y proporcionarle los primeros instrumentos que podrán ayudarlo a salir de la situación emocional en la que se encuentra.

Al margen de lo anterior, la terapia online es también el método usado para recibir asistencia cuando la distancia y los problemas de transportes dificultan el desplazamiento a la consulta del terapeuta. Por eso, Juvenal habla de que es útil y práctica, porque permite acercar la atención mental especializada a todos los puntos del planeta, con independencia del lugar en el que se encuentren psicólogo y paciente. Y ello es así porque lo importante es que se dé un acercamiento entre ambos, un encuentro cara a cara que haga posible llevar a cabo el tratamiento de manera seria y profesional. Ahí radica la principal ventaja de la terapia online que se realiza con esta plataforma, puesto que no en todos los casos de terapia online tiene lugar un encuentro virtual entre las dos partes. Algunos profesionales usan otros canales como mensajes de texto, correos electrónicos, wasaps… que, si bien pueden ayudar, no suponen una sesión de terapia online como tal. Para que ello sea posible es necesario que el psicólogo se encuentre con el paciente por medio de un canal de videollamada seguro, es decir, que haya un acercamiento virtual real, que se vean las caras. Esto aporta tranquilidad al paciente y permite al profesional estudiar el comportamiento y las reacciones del usuario conforme hablan, crea un ambiente cercano y distendido entre las dos partes y favorece el clima propicio para que la terapia transcurra con normalidad, en los cauces habituales en los que lo haría una sesión presencial en la propia consulta del psicólogo.

Todo ello con Divan es posible, porque se trata de la primera aplicación ideada y creada para este fin, para favorecer un acercamiento real y serio entre especialista y paciente. De este modo, se otorgan garantías al usuario de que la terapia cumple con los requisitos que cualquier prestador de servicios exige, máxime cuando hablamos de algo tan especial como la salud, sobre todo la mental, que ya de por sí es singular y requiere de un tratamiento más específico si cabe por cuanto la estigmatización e incomprensión que padecen quienes tienen problemas emocionales es mayor aún. Por eso, la terapia online cada vez cuenta con más usuarios y los terapeutas lo incluyen como parte de sus servicios sanitarios.

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